El Riesgo de la suplantación de identidad en LinkedIn y su impacto

 


Por José Manuel Guzmán
 Miembro de la Red de 
Lideres Comunitarios
El Riesgo de la suplantación de identidad en redes sociales y su impacto

Las redes sociales profesionales, como Linkedin, han transformado la manera en que las personas encuentran oportunidades laborales y construyen sus carreras. Sin embargo, esta misma transformación ha traído consigo riesgos significativos, como la suplantación de identidad, que puede dañar la reputación y la estabilidad económica de quienes la sufren. En el contexto de Venezuela, este problema se vuelve aún más crítico debido a la falta de seguridad social, el desconocimiento de la economía plateada y la ausencia de políticas que protejan a los profesionales mayores de 50 años.

Una experiencia personal: el desafío de recuperar la credibilidad


No es la primera vez que me encuentro con restricciones en plataformas digitales o bloqueos que afectan mi identidad y mi presencia tanto profesional como personal. Recientemente, fui víctima de un caso de suplantación de identidad en Linkedin, donde alguien creó un perfil falso a mi nombre utilizando mi correo personal. Esto generó confusión entre mis contactos y afectó mis solicitudes de trabajo parcial en áreas como asistencia virtual y redacción en español. La respuesta de Linkedin fue bastante limitada, lo que dejó mi perfil y datos en una situación vulnerable y restringió mi acceso a las actividades parciales y nuevas oportunidades laborales. Muchos empleadores solicitan el perfil en esta red social.

A diferencia de otras redes sociales, donde los incidentes de seguridad que he experimentado fueron atendidos con rapidez y eficacia, LinkedIn no ofreció una solución efectiva. En este caso, la falta de mecanismos ágiles para atender el problema no solo afectó mi credibilidad, sino que también tuvo consecuencias económicas concretas: perdí ingresos al no poder acceder a proyectos y colaboraciones que dependían de mi perfil en esta red. La falta de respuesta contundente por parte de la plataforma dejó en evidencia la fragilidad de sus procesos de verificación y la indefensión de los usuarios ante fraudes que pueden impactar su estabilidad financiera y profesional.


A simple vista, la suplantación de identidad en plataformas digitales puede parecer un problema menor, relegado a casos aislados sin un impacto real. Sin embargo, al profundizar en el tema, se hace evidente que la vulnerabilidad de muchos usuarios está en el juego, afectando directamente su credibilidad y  estabilidad profesional. La falta de controles efectivos en redes como Linkedin permite que estos fraudes ocurran con frecuencia, exponiendo a las víctimas a consecuencias que van desde la pérdida de oportunidades laborales hasta el deterioro de su reputación en el ámbito profesional. Este problema no solo afecta a individuos, sino que también tiene repercusiones más amplias en el entorno laboral y socava la confianza en el ecosistema digital es que limita el potencial de las redes y el acceso a nuevas oportunidades.

Entre la necesidad y el riesgo: el dilema de los profesionales en tiempos difíciles

En economías en crisis, como la nuestra, la necesidad urgente de encontrar nuevas oportunidades laborales lleva a muchos profesionales a depender de plataformas digitales para compartir información y crear conexiones estratégicas. La desesperación por generar ingresos en un entorno inestable hace que se priorice la visibilidad y el acceso a oportunidades, dejando de lado la seguridad digital, lo que a su vez facilita la exposición a fraudes y malas prácticas. Sin mecanismos de protección sólida ni garantías de reparación ante estas pérdidas, los usuarios se encuentran a merced de un sistema que, en lugar de ofrecer estabilidad, aumenta su vulnerabilidad.

La falta de confianza en estos espacios puede limitar el desarrollo profesional de aquellos que, en su búsqueda de soluciones, se topan con obstáculos adicionales. En Venezuela, donde el mercado laboral es extremadamente complicado y frágil, y las opciones para los profesionales mayores son escasas, este tipo de fraude no solo pone en riesgo la reputación, sino que también se traduce en pérdidas económicas directas. La falta de respaldo en la seguridad de estas plataformas digitales permite que estos incidentes ocurran con frecuencia, afectando a quienes dependen de su libre ejercicio y trayectoria para generar ingresos. Y lo más preocupante: nadie indemniza, nadie repara el daño. Las plataformas no asumen ninguna responsabilidad por las pérdidas económicas que resulten de estos fraudes, dejando a los afectados en una situación de total indefensión.

La suplantación de identidad está causando un daño considerable a los profesionales mayores.

Más allá del impacto personal, este problema se enmarca en una crisis social y económica que afecta especialmente a quienes tienen más de 50 años. En otros países, el término "economía plateada" resalta la importancia de los adultos mayores en el ámbito laboral y les brinda estabilidad. Sin embargo, en Venezuela, este concepto se malinterpreta o se pasa por alto, dejando a los profesionales con experiencia en una situación de incertidumbre. La falta de políticas que protejan su empleo solo aumenta la vulnerabilidad de este grupo. Sin pensiones adecuadas, una seguridad social efectiva ni un mercado laboral accesible, muchos se ven obligados a buscar trabajo digital para sobrevivir. No obstante, la falta de regulación en plataformas profesionales como Linkedin los hace más susceptibles a fraudes, lo que pone en riesgo aún más su estabilidad financiera.

La exclusión digital y los riesgos de inseguridad

No es un secreto para nadie que el país está atravesando una crisis estructural que afecta a todos los sectores, desde la economía hasta la política y el tejido social. Esta inestabilidad ha cambiado las reglas del juego en el mercado laboral, forzando a millas de trabajadores a adaptarse a nuevas realidades donde la seguridad financiera se vuelve cada vez más frágil y el acceso a oportunidades se torna incierto. Sin embargo, entre todos los grupos afectados, los adultos mayores enfrentan desafíos aún más graves, ya que la falta de programas o aviones efectivos, tanto públicos como privados, los deja en una situación de vulnerabilidad extrema.

Ante la escasez de iniciativas que aseguran oportunidades y condiciones laborales estables, muchos han decidido emprender o trabajar de manera remota como su única opción para mantenerse a flote. En teoría, la tecnología debería ser una oportunidad para este grupo de la población, brindándoles plataformas que les permitan conectarse con compañeros, clientes y colaboradores de manera segura. Sin embargo, la realidad es mucho más complicada: sin regulaciones adecuadas ni sistemas de seguridad digitales efectivos, estos espacios pueden convertirse en un riesgo en lugar de una solución. La suplantación de identidad y otras prácticas fraudulentas no solo dañan la reputación de los profesionales, sino que también pueden resultar en la pérdida de ingresos y oportunidades laborales, complicando aún más la supervivencia en un entorno donde la estabilidad ya es precaria.

Reconstruir lo perdido: cuando la protección digital es solo una ilusión

Redes sociales como Linkedin, diseñadas para potenciar oportunidades y el crecimiento profesional, han demostrado ser insuficientes cuando se trata de proteger a sus usuarios. La falta de mecanismos robustos contra el fraude deja expuestos a quienes más dependen de estos medios, generando un escenario en el que la inclusión digital es una promesa vacía. Mientras no se establezcan estrategias efectivas para garantizar la seguridad y reparación de daños económicos, los adultos mayores seguirán enfrentando una doble vulnerabilidad: la de una crisis económica sin precedentes y la de un entorno digital que, lejos de ser una solución, representa una amenaza adicional.



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